jueves, 30 de abril de 2009

Palabras cerca de soledumbre

ALTA HORA DE LA NOCHE

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendrá la muerte y el reposo.

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
será el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
desde la oscura tierra vendría por tu voz.

No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre,
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.
Roque Dalton
Este es un intertexto y Pedro Gil parecería recoger las últimas palabras de este poema de Roque Dalton para decidir su poesía y sus fulgores narrativos acariciándose el desparpajo de su propia síntesis trágica y amarga en Soledumbre.
Sus talleristas bien han sabido penetrar en ese aliento poético que clama a gritos desde algún lugar del mundo, Manta, quizás, octubre 5 de 2008, casa de recuperación para adictos “Volver a vivir”.
Gil siempre me recordó a Panero, a ese prominente hombre de letras ácidas contando gladiolos o cuidando su animal herido en la residencia de su manicomio. Muy lejos de ese Panero que se dejaba morir con los homosexuales y las prostitutas en los basureros de Madrid. Infinitamente lejos de Gamoneda, Antonio, y de ese Libro del frío que tanto balbuceó el irreverente como una ridiculez de la estética del pesimismo -si esa joya que es el pesimismo se puede dejar imponer una estética-.
Hace poco conocí en Berlín a Héctor Hernández Montesinos, una mezcla de Panero y Gil de 36 años, ebrio primero, luego en trance y en bata, buscando alguna luz desde la camilla con un fondo gris plagado de baldosas frías y clínicas para formar la portada de su libro COMA, un bien nutrido escupitajo a los mejores poetas chilenos desde la propia decodificación: Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Huidobro en el antro de unos textos insuflados de ridículo. La mitad de Chile ama a Montesinos, la otra mitad lo detesta.
Aquí, en este país, no sé cuantos amamos a Pedro o cuantos lo odiamos pero, como diría Saramago, “la indiferencia es la peor forma de egoísmo” u el egoísmo es la mejor forma del olvido.
Sé que a Gil como a mí -excusas por citarme- nos disgustan las poses. Un gran sexo es superior a una biblioteca de Kamasutras, un gran golpe inesperado y eficaz es más certero que cientos de films de Bruce Lee, a propósito de eso que menciona Pedro en el prólogo de Soledumbre y que sólo los que hemos habitado el condominio del suburbio podemos comprender.
Soledumbre, soledad herrumbrada, soledad de pesadumbre, peso de la soledad más allá de la costumbre, neologismo enriquecedor para una proposición tan diversa.
Pero, dejad-me recoger a Lodge para extenderme 4 o 5 párrafos más en los resortes firmes de algunas piezas narrativas que componen el libro (La escalera de Monserrate Delgado, Roxxanne, La otra orilla de Verónica Sánchez) o de los puntos de vista cargados de simbología, sin digresiones en que tanto enfatiza Juan Bosch. Relatos correctamente escritos, el monólogo interior (Gestos de desaire, Sánchez). La intertextualidad de los personajes (Corazas de Diana Zavala).

Desde ese punto azul llamado tierra que tanto esbozaría Carl Sagan toco la ingravidez y los Amores líquidos de Yuliana Marcillo. Palpo nuevamente La escalera a la que pretende subir Monserrate. Es difícil esperar frente al mar, puede zarpar un crucero y llevarse nuestra propia inmortalidad (Ernesto Intriago) como cuando Guy de Maupassant, en su Adiós, retrata a esa vida tan fugaz y tan alada por una maquinaria de desolación.
Cuando conversamos con Jessica Galán, que ahora vive en Miami, vislumbramos un encuentro familiar con los autores de Soledumbre en Quito, atendimos a esa sentencia de Émile Zola “El ser humano es el único capaz de hacer fuego.” El mismo fuego que Galeano encontró en la palabra abracadabra hace poco en una entrevista a la cadena CNN: “Abracadabra significa Envía tu fuego hasta el final”, dijo Eduardo. Última frase del programa.”
Stevenson afirmaba que las mentiras más crueles -eran- son dichas en silencio. Y el silencio es el peor enemigo de ese desvaído reflejo que tenemos por modernidad. La post modernidad no existe para esta hatun llacta -excusas por emplear al sagrado kichwa en un discurso que casi nada o nada tiene de él- es una feroz búsqueda de un camino nuevo. Mar abierto desde el spondyllus novísimo cargado de la genética de los primeros formadores de nuestra soberana identidad. Cuán atroz puede ser el silencio para acallar la labor de quienes gestan la cultura del país desde Manabí, desde Manta, desde los rincones extraditados de la nación.
Aquí, tan solo El último lector de Ricardo Piglia, aquí Berlioz en la celebración de su Sinfonía fantástica.Voir ici solamente Cookie de Diana Zavala, o el amor tirano de Galán o Blushes marrones de Liliana Arcentales. Voir la el ímpetu de nuestra sangre costera en la delectación de las sílabas After sun de ese hospital donde una hermana muerta susurra una canción al herido por la despiadada vida y por la lluvia matizada de dulces y retorcidas estrellas.

Paúl Puma
28/04/09

viernes, 24 de abril de 2009

MISIÓN SOLEDUMBRE





PRESENTACIÓN DE SOLEDUMBRE EN EL MUSEO DE LA PALABRA
SOLEDUMBRE
Antología de poesía y relato bajo la tutoría de Pedro Gil (ARRIBA, A LA IZQUIERDA)
Invitación

El Museo de la Palabra del Ministerio de Cultura invita a la presentación de la Antología Soledumbre bajo la tutoría, selección y prólogo de Pedro Gil y bajo el sello editorial Mar Abierto y el auspicio de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
Al evento asistirán el Director de Editorial Mar Abierto Ubaldo Gil, el Rector de la Universidad Eloy Alfaro Dr. Medardo Mora Solórzano y los escritores Verónica Sánchez, Yuliana Marcillo, Monserrate Delgado Perero, Diana Zavala, Liliana Arcentales, María del Carmen Zavala, Ernesto Intriago y Pedro Gil que conforman dicha antología.

DÍA: Miércoles 29 de abril de 2009.
HORA: 16:00
LUGAR: Museo de la Palabra del Ministerio de Cultura, Colón E5-34 y Juan León Mera, Quito, entrada principal, sobre la sala Agustín Cueva, teléfono (02)3814550, ext 430 .



museodelapalabra.blogspot.com / museodelapalabra@yahoo.com / editorialmarabierto.blogspot.com / www.marabiertouleam.edu.ec / ubaldo_gil@hotmail.com / Información: Paúl Puma (02)3814550, ext 430 en Quito. Otros contactos: Universidad Eloy Alfaro (05) 2623026 / Pedro Gil, Ubaldo Gil 080886122 en Manta / Dirección Provincial de Manabí Roxana Monserrate Delgado (05) 2311227.

Escritores satisfechos por la organización


Se agradeció al Museo de la Palabra y a la Dirección Provincial por la coordinación del Encuentro. Este servirá para establecer mejores vínculos entre los escritores jóvenes. Aquí un souvenir de la cita.
De izquierda a derecha: Santiago Larrea, Rocío Soria, Freddy Ayala, Andrea Samaniego, Johanna López, Jorge LUis Cáceres, Cristhian Londoño, Juan Pablo Mogrovejo.

El hip hop de Alma urbana


Grupo que argumentó con literatura su propuesta musical.

Masiva concurrencia del público al cierre del Encuentro de escritores






Alrededor de 300 estudiantes asistieron al cierre del Encuentro de escritores.
El programa, bajo la conducción de Paúl Puma, tuvo, incluso, la participación del público que, al pasar por las cercanías del MInisterio de Cultura se integró al taller de animación general.
LOs resultados: una colección de libros de los escritores participantes para ser difundidos.
Creaciones de los estudiantes y el público.

lunes, 20 de abril de 2009

Una reunión para disfrutar

Gabriela Boada, David Guzmán y Carla Badillo retocaron el tema Panorama de la poesía en Ecuador.
Boada leyó algunos de los textos contenidos en sus libros publicados por Editorial El Conejo. Como el agua y la arena, Traslúcido y Solitario transeúnte. Guzmán retomó varias lecturas como la de Camus en El hombre rebelde. Carla Badillo recibió grandes aplausos como cuando presentó uno de sus poema, Sarah Kane, con una fuerza expresiva alucinante en una participación circunstancial y de último momento.

Poesía de Carla Badillo


Sarah Kane


De qué soga te sujetas ahora, Sarah Kane,
Cuando los nudos son cada vez más frágiles
Y la distancia entre el techo y el piso
No es lo que solía ser.

Oh, Sarah,
Me he enamorado sólo de mujeres muertas
Y ahora te encuentro a ti
Fría y pálida sin poder gritar aunque quisieras
Sé que te hace falta estallar desde el polvo
Frenética
Sensual
Psicótica
Pero tu voz se quedó colgada
A las 4 y 48 de la madrugada
En un lugar en el que “estarías a salvo”
MENTIRA
Ningún territorio es seguro
Cuando la desesperación visita
Y yo no estuve ahí para detenerte
Para decirte: aún no es tiempo de saltar.

Hoy te vi, Sarah,
Preciosa con tu gabardina de humana
Poética en tu oscuridad
Y te canté para que no te sintieras sola
Nuevamente abandonada
Por todos quienes te veían luminosa
Cuando te desangrabas por dentro.

Dónde estás, Sarah Kane,
Yo no tengo amigas y necesito una
Pero te quiero a ti
Tú que siempre violaste las palabras con ternura
Que no hiciste de las metáforas un disfraz.

Hace frío, Sarah,
Y ya no tengo nada que me abrigue
La desesperación me visita
Pero aquí no son las 4 y 48
Ni estoy en el baño de un psiquiátrico
Ahorcándome con los cordones de mis zapatos
NO
aquí son las 22 con 30
Y estoy en mi cuarto
Sin zapatos
Sola
Iniciándome en el ritual del litio
Para dejar de ser una marioneta a pedazos.

Yo también, Sarah Kane,
escribo la verdad
y me mata.



7 jugadas en blanco y negro



A Mark Álvarez.

1

Llevo tacones
Y un cuervo escondido en mi vientre
Visto de blanco
Para camuflarme al otro lado del tablero.


2

La siguiente movida
Le corresponde al caballo blanco
El peón lo mira desafiante
El caballo permanece inmóvil
Puede comerlo, pero no lo hace
Sabe que detrás de esa mirada
Se esconde su reina.


3

Cuando las piezas están dispersas
El tablero es cama general
Se pierden las identidades
El rey queda desnudo
Las torres no son capaces
De escoltar a nadie.


4

Sentado en la barra del Bar
El alfil quiere comerse a la reina
A tres sillas de distancia.
De nada le sirve moverse
De esquina a esquina.
Todo lo que necesita
Son dos pasos al frente
Y girar a la derecha.

El alfil daría todo por ser caballo.


5

Sentado en la misma barra
El caballo piensa en la rapidez del alfil
Y en su incapacidad de usarla.


6

El caballo blanco es viejo
La reina negra es joven
El tiempo les hace jaque.


7
La reina se monta en el caballo
Y juntos abandonan el tablero
Jaque mate al tiempo.






Carla Badillo nos dejó su blog:

http://mujerentierrafirme.blogspot.com

PP

Encuentro de mujeres

Johanna López, Gabriela Boada, Rocío Soria.

La mañana del jueves 16 de abril la propuesta fue ingresar en la oscuridad por detrás del público. Cada una de las expositoras armaron un breve performance.
Destacó ese texto Isadora de Rocío Soria, Premio Ileana Espinel.
Gabriela Boada demostró el erotismo que existe en sus libros, particularmente Solitario Transeúnte.
Johanna es una gran promotora. Ella se encargó de armar el happening. Es una gestora que lidera la Editorial Drugos de la Naranja y La.Kbzhuela. Después de salpicar al auditorio su prosa poética nos incita a dudar sobre los instantes corpóreos de su mirada arbólica.
La cita más experimental hasta ahora.
PP

jueves, 16 de abril de 2009

imágenes del miércoles 15 de abril




Fotos
1. De izquierda a derecha Cristhian Avecillas, Diego Cazar, Rocío Soria. 2 y 3, Colegios: Intiyán y María Auxiliadora.

miércoles, 15 de abril de 2009

Reunión del miércoles 15 de abril

Aquí vamos a dejar que los propios autores hablen y para eso hemos recogido ciertos versos que los expositores han compartido con el público:

DIEGO CAZAR BAQUERO, Telarañas las pupilas

La pregunta se quita la ropa,
su nalga es bella
y sube desde el vacío,
dibuja redondeles de cautiverio;
sube,
inmoviliza de perfil
su piel firme,
llega a su cintura pueril...

ROCÍO SORIA, Isadora

Isdadora bellamorte,
hay un dejo de angustia en las partidas,
como un ojo de agua de mi boca por donde se vierten los adioses,
ojo de miedo atávico abierto en la cara como un bostezo,
miedo connatural,
parco...

Cristhian Avecillas enviará próximamente su material.

Una charla fluida se produjo el día de hoy.

Los colegios Intiyán y María Auxiliadora de Quito auscultaron sus dudas sobre la creación poética en una de las reuniones más interactivas.

Felicitamos a los escritores y al público.

P.P.
Museo de la Palabra, MInisterio de Cultura del Ecuador.

Cita del martes 14 de abril

El fin de nuestra escritura fue el tema abordar por los novísimos escritores Freddy Ayala Plazarte, Andrea Samaniego y Santiago Vizcaíno.

Ayala articuló un discurso lúcido y redondo sobre ese fin no previsto para una escritura que recién se inicia. Ayala es también gestor cultural, su trabajo en K-oz, Kbzuhela y Drugos de la naranja (el afán por editoriales independientes) así lo confirma. Después Andrea Samaniego con su finísima poesía cargada de simbolismos ultra sensibles cautivó al público. Vizcaíno citó varias veces a Roque Dalton y propuso claves de su creación.

La fiesta por el libro avanza con buenas noticias. La revista Vanguardia hizo varias reseñas sobre los autores y ya se puede encontrar en el número de este mes esa impulso que los medios le están brindando al Museo de la Palabra y al Ministerio de Cultura en promover espacios de difusión de nuestros nuevos valores literarios donde se avisoran futuros prometedores.

Se agradece, también, la presencia de diversidad de instituciones educativas, medios y asiduos escritores y lectores de nuestro medio.

Paúl Puma, paulpuma.blogspot.com
Museo de la Palabra, museodelapalabraecuador.blogspot.com

martes, 14 de abril de 2009

Cuarta reunión







Cristhian Avecillas (Finalista del Concurso Casa de las Américas,arriba centro), Johanna López (editora de Kbzuela y Drugos de la Naranja, izquierda) y Diego Cazar (el del libro de poemas Caleidoscopio, derecha) disertaron ayer sobre esa actitud del poeta en su sustancia poética.

Poesía con actitud fue el leiv motiv para que Johanna presentase un video de Borges ciego ya palpando los colores que aún titilaban en su memoria. Avecillas habló sobre sus influencias actuales. Cazar impresionó a la sala con las huellas de sus versos cargados de esa "baba" habitada en su poesía.

A propósito de Borges, Paúl Puma Administrador del Museo de la Palabra y conductor del evento anunció la presentación de En el braille de tu piel de Darío Ramos y de la Antología Soledumbre bajo la dirección del poeta Pedro Gil de la Universidad Eloy Algfaro de Manta en fechas posteriores al Encuentro; asimismo agradeció la presencia de funcionarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana -quienes expresaron su beneplácito por la organización- y los medios.

P.P.

k-oz-editorial.blogspot.com

Tercera jornada

Paúl Miño Armijos y Juan Carlos Arteaga conversaron con colegiales y público en general en el Museo de la Palabra. Edwin Alcaraz de El Comercio auscultó sobre una pregunta ya establecida anteriormente: cuáles son las influencias ecuatorianas de los autores. En alrededor de hora y media los expositores no tocaron un autor nacional.

Cabe resaltar, aquí, la visión ultra cuestionadora de Miño y los matices académicos de Arteaga, este último profesor de literatura.

Las dos posturas inteligentes y lúcidas en una de las mejores y más interactivas jornadas del Encuentro.

Bastaría un pinchazo para derramar un discurso plagado de nuestros más inquietantes y preciados escritores del Ecuador, los escritores formadores de generaciones en el país.

P. P.

jueves, 9 de abril de 2009

Síntesis de Bolívar Lucio sobre la tercera jornada

LITERATURA HOY


Intro

Cada generación, embebida de la novedad de su propio ritmo, cree, con razón o sin ella, porque eso también es relativo, que ha superado a la anterior.

Algo que, por lo demás, es comprensible si admitimos que casi siempre la experiencia vivida se siente con una intensidad que no se compara con la vivencia de la generación precedente. De ella, de esa vivencia, tenemos noticia porque leemos o escuchamos un testimonio y es solo tan fuerte como la imaginamos. Quiero decir que aunque esa vivencia haya sido la guerra o el hambre, para nosotros solo es la anécdota que reconstruimos.

Creo, entonces, que no podemos asumir sin miramientos esa idea por la que la línea del tiempo es progresiva; es decir, que nos largamos en una cadena de perfeccionamiento que paulatinamente deja el pasado atrás, cuando el pasado ni siquiera ha pasado sino que se reinventa, renace, para que siga con vida cualquier proceso que se puede llamar creativo.

Una sucesión, por sí misma, no es positiva ni gradual; quiero decir que lo que se hizo, solo si no queremos ver, puede verse como si fuera primitivo.


Cadena Transtextos

Me dijo algo que sugirió que esos textos, publicados hace apenas dos años, ya tenían la marca del pasado. Lo comprendo, le pasa a todos los autores: no quieren repetirse y cualquiera piensa que se supera a sí mismo; cuando, por el contrario, la vida de los que escriben se resume en repetir el mismo libro siempre.

Esto no quiere decir que no encuentre novedad. Los textos de Cadena, son una Literatura de ideas antes de que personajes. Si ellos existen es porque son los seres que piensan esas ideas. El efecto de su drama nos alcanza gracias a una línea tangencial.

Eso que no es un golpe a boca de jarro, es reemplazado por una trama, resuelta talvez desde las primeras líneas. Desde el principio hay una idea que son todas las ideas, pero a la que siguen otras sensaciones, otras nociones que, solo al final, revelan al hombre pensándolas.

Un personaje contempla las hojas sobre una mesa que, en apariencia y solo en apariencia, son inofensivas. Un muro ya no es solo una palabra, sino la palabra imposible. Cuando leo: “ácida, metálica, inevitable”, pienso que se puede referir a la vista fatal de la persona amada; pero en el marco de esas historias es una hemorragia. Pero eso, desde el principio, como les dije significa otra cosa.
Pallares Historias cercanas

En la solapa del libro me encontré un hincha de Deportivo Quito, serio, que fija la mirada en el lente. “Bajón”, pensé. Luego, cuando con José nos encontramos en una entrevista de radio, también me encontré con un autor que decía que esos cuentos ya no serían lo que escribiría.

Yo, sin embargo, doy en las primeras páginas con un cuento acerca del rencor, un sentimiento, aguzado por la rutina o el oficio, que fortifica y al mismo tiempo aplaca una venganza. La siguiente historia habla de un homicidio, real o supuesto, pero de cualquier manera desequilibrante.

Las historias parece que son un montaje que ha dejado un margen estrecho para la elucubración, porque cada cuadro parece perfectamente real.

La lectura es fácil de asimilar y entretiene, son historias cercanas como lo dice el título. Esa cercanía no es, en lo absoluto, inofensiva, porque encierran el gusto y el oficio de la escritura y son, finalmente, una manera de (re)significar la realidad más familiar.


Silva Caín y los olvidados

En esta solapa no hay sorpresas.

Sí las hay cuando se lee las primeras líneas. Hay la huella de un bagaje poético. Todos tienen uno; pero no en todos los casos la intensidad de la poesía puede percibirse. Puede notarse que la madurez (esta quizá no es la palabra más adecuada) se ha alcanzado, porque se trata de un autor que ha aprendido a leer en los símbolos.

En este sentido, Caín no es un asesino a sangre fría; sino el ser humano al que le corresponde la tarea terrible de introducir la muerte en la Tierra. Tiene la responsabilidad que no puede tener nadie, sino él: le corresponde abrir la caja de Pandora y dejarles un lugar a todos los demonios.

Las historias toman lugar de manera que no es fácil discernir un significado, salvo por los nombres y los sentimientos que se repiten. La voz que las cuenta es una voz que ha vivido más tiempo que las historias mismas, si hay un sentido, es aquel que proporciona las imágenes.

El final está al principio: mejor dicho el principio está al final, pero siempre es más antiguo.


Jimbo El enemigo en casa

Recuerdo que siempre me gustó la referencia que una guía de viajero hacía sobre Asunción. Decía que esa ciudad guarda, en pleno siglo XXI, el aire de “remotez” (la palabra no existe, pero viene de remoto) que Augusto Roa Bastos le dio en su novela más famosa.

Jimbo nació en la ciudad más lejana de la provincia más lejana de este país: Loja.

No lo conozco personalmente, pero creo que trae puesto el ámbito en que nació. Los arranques de alguno de sus cuentos, evocan algo perdido o suspendido en otra época, y sí: también remoto, como si fuera algo que solo puede ocurrirle a otra persona. Se podría decir que los suyos son personajes malditos, pero inocentes.

También, ciertos pasajes parecen inspirados en la tradición de ese personaje que al cabo de una noche de sueño inquieto se despierta al mundo… de su propia pesadilla.

Ahí cuando aun en el sopor hay cierta lucidez, desde el principio una luz se arroja sobre las cosas que no se pueden cambiar y ya están ahí. Porque, también, toda la verdad del mundo puede vivir camuflada en el café que preparamos, en la camiseta húmeda de la que nos deshacemos como de la última arista del sueño, lanzándola al piso, sobre el que el personaje está a punto de desplomarse.


Cáceres La flor del frío

Jorge no lo sabe bien o al menos no como sabe ciertas otras cosas; pero mientras escribe, el control que tiene sobre sus personajes, mantiene una deuda pendiente con o saldada (no lo puedo saber) con la antropofagia. Digo esto por el epígrafe de su primer cuento.

Dice: “Prefiero un banquete de un amigo a la familia gigante”. Lo toma unos versos de no otro que Jim Morrison.

Lo curioso de todo es que feast puede ser tanto “fiesta” o “banquete”, como “festín”. Así que un poco de imaginación puede torcer la traducción para leer: “Prefiero el festín de un amigo a la familia gigante”. Hay arbitrariedad en lo que propongo, pero dos líneas arriba, en el original de Morrison se lee algo que habla de las mandíbulas que se cierran para revelarnos lo aciago de la propia existencia.

Estas historias, fuera de esta presentación algo macabra que he arriesgado, tienen la fortaleza de la voluntad, una vocación que se vuelca a escribir y ser escuchado.

Solo que esto se manifiesta caminando en la hoja de navaja de los sentimientos, siempre a punto de romperse: la traición de la amistad, el completo olvido del amor.

martes, 7 de abril de 2009

Más fotos de la segunda cita



LOs 30 años de Editorial El Conejo y Abdón Ubidia en un Encuentro digno de recrearse.

Segundo día de Fiesta por el Libro


¿Qué está pasando en la Literatura? fue el tema que abordaron con sus ponencias los escritores Bolívar Lucio, Juan Pablo Mogrovejo y Andrés Cadena el segundo día de la Fiesta por el Libro en el Museo de la Palabra del MInisterio de Cultura del Ecuador.

Un diálogo fluido con estudiantes del Colegio, escritores invitados, medios de comunicación y funcionarios de la Casa de la Cultura Ecuadoriana.

Lucio trabajó su ponencia sobre las perspectivas de otros autores contemporáneos como un acto de generosidad e intregración. Mogrovejo presentó claves del comportamiento del escritor en la época actual.Y Andrés Cadena subrayó la aventura del que empieza a escribir como un oficio.

En la foto de izquierda a derecha: Andrés Cadena, Bolívar Lucio y Juan Pablo Mogrovejo.

El Encuentro





Más imágenes del Encuentro.
Arriba izquierda Pintoretto Darío Ramos. Arriba centro José Hidalgo Pallares. Arriba derecha Jorge Luis Cáceres. Abajo Cristian Londoño.

VICEMINISTRO INAUGURA ENCUENTRO LITERARIO





El día de ayer 6 de abril del presente a las 10:00 am. El Sr. Viceministro de Cultura Ing. Francisco Salazar inauguró con las palabras “Corra la fiesta de la Literatura” el Encuentro de 21 escritores menores de 35 años en el Museo de la Palabra del Ministerio de Cultura del Ecuador.

Jorge Luis Cáceres, José Hidalgo Pallares y Cristian Londoño presentaron sendas propuestas sobre el ¿Cómo y sobre qué escribimos? en el Ecuador.

Los 3 autores coincidieron en el uso de un lenguaje coloquial cuando este sea necesario para darle verosimilitud a la obra artística. Sus reflexiones estuvieron provistas de una actitud innovadora ante la modernidad, transdisciplinareidad y persistencia.

Estudiantes de Ingeniería en Comunicación de la Universidad Metropolitana de Quito consultaron a los autores sobre diversos temas de la escritura literaria.

Fiesta por el libro: 21 escritores ecuatorianos