viernes, 5 de marzo de 2010

IVÁN OÑATE RECONOCIDO EN MÉXICO


Aquí nos permitimos insertar el link y el texto donde se puede observar la aceptación y el entusiasmo con el que se recibe la poesía y la academia del nuestro esencial poeta ambateño Iván Oñate en La XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería,
salud por nuestro poeta nacional,

http://feria.mineria.unam.mx/index.php?opcion=3&opcionprensaydifusion=144



El silbido de la tribu y la ciudad que devora poetas

* Iván Oñate, poeta ecuatoriano habló a los jóvenes sobre la poesía latinoamericana actual

México, DF a 26 de febrero de 2010.- Iván Oñate llegó a la poesía desde un grupo de rock and roll a principios de los años 60, cuando en Centroamérica la meta era cantar como Enrique Guzmán o César Costa. “Entonces me inquieté por escribir mis propias canciones y empecé a robarle versos a Pablo Neruda, y así llegué a la poesía.”. Nacido en Ambato, Ecuador, hoy vive en Quito.

Ese paso, tantas veces repetido, del campo a la ciudad, lo acreditan a impartir El silbido de la tribu: El mito urbano en la joven poesía latinoamericana, conferencia ofrecida hoy en el marco de la XXXI Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM).

La forma en que el urbanismo influye en el comportamiento poético, el rompimiento de las oposiciones estéticas entre campo y ciudad, el mundo sin distancias creado por la aldea global fueron el eje de una charla ofrecida a jóvenes de ambos sexos que respondieron con algunas inquietudes y comentarios alrededor del entorno capitalino y su visión personal sobre la provincia.

“¿Porqué la necesidad de mirar el campo desde la lejanía?” expresó al recordar casos de intelectuales latinoamericanos que no sólo se trasladaron físicamente hacia los círculos urbanos sino que adoptaron, además, formas poéticas y narrativas que evocaban al campo o lo natural como algo ajeno.

“Se los tragó la selva”, conocido final de La Vorágine de José Eustasio Rivera, funciona como modelo de buena parte de la narrativa hispanoamericana del siglo pasado antes del boom: Se los tragó el mar, la montaña ó el maizal. Lo anterior, dicho por Carlos Fuentes en La Nueva Novela Hispanoamericana y actualizado por Oñate durante la conferencia: Hoy, se los tragó la ciudad.

“La dicotomía entre naturaleza y cultura lleva a equiparar a lo natural con la barbarie, el país ignoto que comienza al otro lado de la carretera. Donde empieza la carne asada, ahí termina la cultura, decía Vasconcelos”, expuso Oñate. “Tal vez sea Domingo Fausto Sarmiento quien primero y mejor lo puso por escrito”.

Volvió a la mente West Side Story, de Leonard Berstein, donde las pandillas de centroamericanos se deslizan por las calles neoyorkinas de noche, marcando ritmos con chasquidos de dedos y con un silbido, el silbido de la tribu, que ya no es puertorriqueña ni alcanza a ser norteamericana, pero urbana, ya es.

PP

jueves, 1 de octubre de 2009

MARCIA LEISECA Y EL TESORO DE CASA DE LAS AMÉRICAS




CRÍTICA E HISTORIADORA CUBANA EN EL MINISTERIO DE CULTURA

Casa de las Américas cumple 50 años y el Ministerio de Cultura se regocija al dar la bienvenida a expositoras de la talla de Marcia Leiseca, Vice Presidenta Primera de la Institución cubana más representativa de la cultura y las artes a nivel mundial.

El miércoles 30 de septiembre Leiseca expuso los mejores catálogos de la pintura latinoamericana y del caribe en el Museo de la Palabra.

La sala resultó pequeña para los estudiantes que quisieron compartir con la historiadora y crítica cubana sobre el tesoro artístico pictórico que guarda Casa de las Américas.

Se enfatizó en la obra de Roberto Matta que es motivo principal de esta celebración de más de medio siglo.

Se habló de CASA TOMADA un encuentro que servirá para que los jóvenes ecuatorianos se vinculen en todas las disciplinas artísticas a Casa de las Américas.

En el proximo número de la Revista se incluirá a escritores ecuatorianos destacados, para ello se ha coordinado con la investigadores cubanos interesados en recoger la literatura del Ecuador.

PP

50 AÑOS DE UNA CASA PARA LAS AMÉRICAS


Desde la voz equinoccial del Ecuador, articulamos un voto unánime para rendir el mayor homenaje que se pueda contener en el espíritu de nuestro país a una casita establecida en el barrio del Vedado, en el centro de la Habana vieja, Cuba.
Con nosotros están los escritores ecuatorianos que han merecido el mayor Premio que, sin lugar a dudas, pueda otorgar este continente vívido.
Detrás de nosotros alzan sus voces Benjamín Carrión, el padre de la cultura ecuatoriana; Jorge Enrique Adoum, nuestro mayúsculo escritor; de María Elena Vinueza con su aporte a la musicología; de Julio Pazos con su Levantamiento del país con textos libres; de Alfonso Cuesta y Cuesta con Los hijos; de Manuel Medina Castro con Estados Unidos y América Latina bajo el siglo XIX; o de Raúl Pérez Torres con La noche o en la niebla, entre otros, catapultándolos con rigor y responsabilidad dentro y fuera del Ecuador.
Después de la distinción, nuestros autores fueron otros, nuestro país fue otro, idiosincracia pura, sincronismo directo con la literatura, ráfagas de fuego que aún no se consumen.
Ellos, nosotros, sus otros, constituyen e instituyen, nuestro patrimonio vivo, catapultado por ese país que, desde bahía de cochinos, bahía limpia e infinita con sus luces apuntando al azul permanente y a ocho millas de la vanidad de este mundo, pretendió, y lo ha logrado, destrozar el kitsch del imperio, el stablishment innumerable, vasto y demoledor de los galardones europeos, por ejemplo a punta de azadones alumbrados por estrellas carmesí.
Bodas de plata para nuestra sangre, oro para nuestra patria única, la altiva, la que se deleita en su juventud permanente, la que despierta de su inventado subdesarrollo y de sus vías de desarrollo extinguidas para vocalizar ahora, ya, la vanguardia.
Bodas de diamante para el recoveco más profundo de nuestra identidad, donde se guarda y se revela sempiterna esa, aquella Grieta enorme que buscó nuestro Guayasamín bajo el dolor de la ignominia y el desparpajo de esos gobernantes pútridos, desiertos de ideas y plagados de ese terrorismo impuesto, occidentaloide, sucedáneo, articulado por ese siniestro titiritero llamado injusticia o hambre o desolación o impudor.
A dónde si no acudiremos los despojados, los que hemos sido arrebatados de esa piedra más preciosa que las piedras preciosas: la sabiduría. A dónde si no acudiremos los campesinos, las amas de casa, los ciudadanos de a pie, los servidores públicos, los escritores, los artistas anónimos que sellan un sobre manila con su seudónimo para encontrar el mejor espejo de su convicción: su ideología. A dónde si no. A dónde si no más allá de la sangre derramada por Las venas de abiertas de nuestra América Latina. En la metafísica que todo lo rebasa, que todo lo supera, incluso esos manuales pétreos y equívocos de artistas o escritores alienados, fungidos actores blanqueados de reuniones con Sofía Loren o el Rey de España en castillos extraños, expertos conciliábulos de la estulticia.
Fresa y chocolate. Oíd inmortales. Poesía de paso. Dar la cara. Línea de fuego. Frente a la potencia mundial de la esperanza se alzan impolutas y extranjeras las luces de Miami. Luces que marcan el llanto de los niños que fugaron, obligados, a Guantánamo. Marcan esa larga fila de personas dispuestas a obtener un mendrugo de pan para tostarlo con manteca rancia pero humilde y digna.
El actor Perrugorria del personaje en el cuento El lobo, el bosque y el hombre nuevo de Senel Paz llevado a la pantalla grande, al fin, concibe el dulce viaje hacia su sueño en su propio país resumido en una CASA- HOGAR, con mayúsculas.
CASA-ALBERGUE de nuestros sueños revolucionarios.
CASA DE LAS AMÉRICAS repleta de poesía, de cuento, de novela, de teatro, de testimonio, de historia y sociedad para los niños, para los jóvenes, para los ancianos indígenas del Caribe inglés y creole y del francés o portugués o del mapuche o del aymara extraordinarios.
CASA DE AMÉRICA guardiana de la pluma de Cortázar, de Asturias, de Dalton, de Boccanera, de Onetti, de Conti, de Galeano, de Buenaventura, de Echenique, de Monterroso, de Carpentier, de Cela, de Snbines, de Guillén, de Parra, de Piñón, de Benedetti, de Arguedas, de Garmendia, de Retamar, de Cisneros, de Skármeta, de Cardenal, de Gelman, de Fonseca, de Diego, del propio Llosa, de Goytizolo, de Canclini y tantos otros obreros de nuestra ciudadanía americana.
CASA DEL ECUADOR y de todos nuestros países hermanos, Casa de la algarabía encendida desde 1959, erigiéndose en este milenio bajo las presidencias del pintor Mariano Rodríguez y el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar desde su fabulosa feria libresca, desde su anhelado aniversario cinético, desde la festividad de la lectura, desde sus incalculables coloquios, premios y eventos amparados por la lluvia de nuestro cariño y admiración.
CASA TOMADA, hogar multicultural único e irrepetible a nivel internacional, que brinda la acogida y valora: la investigación de la literatura, la plástica en hitos continentales, la composición y musicología, la fotografía y su postmodernidad, el teatro en sus espléndidos festivales, el desempeño editorial abarcador, los estudios de las minorías, la historia de la literatura latinoamericana y del Caribe en español, inglés, creole, francés, portugués o del mapuche o del aymara. Cuántos latidos guarda el laberinto inextinguible de su biblioteca: ¿una constelación de 180 000 estrellas o una pléyade o una galaxia?
En su vientre reposan nuestros más humildes sueños y nuestras más grandes aspiraciones imperecederas. En su cocina se preparan los manjares del próximo siglo y del milenio como un vino a repartirse desde el corazón de la inteligencia.
Todos estamos invitados a su celebración. Todos somos los comensales de esta fiesta libérrima. Todos le rendimos merecida y proverbial pleitesía.
América escribe esta declaratoria.
Y somos cientos de miles de libros vivos para enaltecerla.
Un conjunto de países abrumados por la oceánica, pacífica belleza.
Homenaje sencillo a la palabra y al acto radicado en el eco inconcluso y vital de nuestra América en su Vivienda habanera.
Para nuestra Casa, nuestro más soberbio y sublime homenaje.

P. P.

viernes, 28 de agosto de 2009

EDITORIAL YERBA MALA CARTONERA DE BOLIVIA EDITA ANTOLOGÍA DE ESCRITORES QUE SE PRESENTARON EN EL MUSEO DE LA PALABRA

La Editorial Yerba Mala Cartonera presentación del libro “Línea del Ecuador” en la 14ª edición de la Feria Internacional del Libro realizada en la ciudad de La Paz, Bolivia del 5 al 16 de agosto de 2009.

Los autores asistieron al Encuentro de autores menores de 35 años que realizó el Museo de la Palabra del MInisterio de Cultura del Ecuador en abril de 2009.

Los antologados son:

Bolívar Lucio, José Hidalgo Pallares, Maria Auxiliadora Balladares, Jorge Luis Cáceres, Esteban Mayorga, Eduardo Varas, Juan Pablo Mogrovejo y Juan Fernando Andrade. Mientras que la selección en poesía estuvo a cargo de Augusto Rodríguez.


PP

Julio Pazos Miembro Correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua

El día de ayer asistimos a la incorporación de Julio Pazos como Miembro Correspondeinte de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Después de los discursos del Director Jorge Salvador Lara y el Secretario Claudio Mena Villamar, Pazos disertó sobre el tema: La risa en la ficción literaria del Ecuador.

Aunque el discurso se alargó, el público fue paciente y se regocijó por la distinción que recae en las manos del poeta, experto en culinaria histórica y acreedor de los premios Aurelio Espinosa Pólit y Casa de las Américas.

P P

http://museodelapalabraecuador.blogspot.com/

lunes, 22 de junio de 2009

Iván Oñate

Paúl:

Acabo de escribir este comentario en tu Blog Museo de la Palabra:

Infinitas gracias por esas generosas palabras. Lo de "internacional" no me lo creo mucho. Lo que importa es la obra y lo que dictamine el tiempo, ese juez insobornable. Solamente una aclaración: la revista es Milenio Semanal y se la puede leer —aparte de la impresa—en su versión digital.

Un cálido abrazo de

Iván Oñate

http://semanal.milenio.com/node/553



La obra literaria de Oñate incluye poesía, narrativa y ensayo. Entre sus libros destacan Estadía poética (Argentina, 1968), En casa del ahorcado (1977, traducida al inglés y al italiano), El ángel ajeno (1983), El hacha enterrada (1987, cuentos, seis ediciones), Anatomía del vacío (1988), El fulgor de los desollados (1992), La canción de mi compañero de celda (prosa poética, 1995), La nada sagrada (1998), La frontera (2006) y El país de la tinieblas (2008). Es coautor de Panorámica de la literatura ecuatoriana del siglo XXI.

viernes, 12 de junio de 2009

El cineasta Iñaki Oñate




Embajada ecuatoriana en México exhibe muestra de cortos de Iñaki Oñate

• El corto ya no es un fragmento o un ejercicio de escuela, sino una obra completa: Alfonso Serrano
Por Germán Espinosa López
DISTRITO FEDERAL, México, 20/05, (N22).-

La embajada de Ecuador en México, fue la sede de una muestra de cinco cortos del cineasta ecuatoriano Iñaki Oñate, los cuales giraron en torno a temas como la culpa, la religión, la identidad y la muerte.
La sala donde fueron proyectados, aunque pequeña, sirvió para mostrar la obra de un joven cineasta, el cual, además de haber tenido ya algunos de sus trabajos seleccionados en festivales tan importantes como el de New York, Chicago y La Habana, también tomó parte en ellos, no sólo como director, sino también como creador de la música que en ellos se puede escuchar.
Los cortometrajes que integraron la muestra, fueron Rostros del tiempo, La maquina, Señor Dios del insecto, Dios está en espejo y Regalo, este último de especial impacto por su rapidez y mensaje implícito, que insita al espectador a reflexionar sobre los posibles finales.
Alfonso Serrano Maturino, junto con José María Espinasa, fueron Los encargados de presentar la muestra, el primero de ellos, productor y crítico de cine comentó a N22 que "en la actualidad el corto ya no es un fragmento o un ejercicio de escuela, sino es una obra completa, es como hacer una película, para contarlo se requiere de una gran capacidad de síntesis, pues es una historia completa, hay que buscar locaciones, actores, tener que imaginarse todas las escenas".
El crítico de cine, también recordó una anécdota con el actor Luis Felipe Tovar: "En una ocasión un joven estudiante platicó con Luis para pedirle que actuara gratis en un cortito, como él le llamó, que estaba haciendo para la escuela, a lo que Luis le contesto, 'desde ahorita te digo que no, porque si de entrada, le llamas cortito, no me quiero imaginar cómo estará lo demás."

09/NC